miércoles, 16 de noviembre de 2016

Los milagros del cielo: una niña y su increíble historia de curación
“Jesus debía estar con esa pequeña en aquel árbol", dijo el doctor, “porque no tiene nada"

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SINOPSIS
Annabel Beam tenía sólo cuatro años cuando empezó a padecer lo que su madre Christy llamaba “problemas con la tripa” —dolorosos calambres abdominales acompañados de una aguda hinchazón. Con cinco años, sus intestinos quedaron completamente obstruidos y fue necesaria intervenirla de urgencia, la primera de muchas cirugías. Los médicos eran incapaces de determinar por qué los intestinos y estómago de Annabel no funcionaban como debieran. Aunque seguía diez prescripciones médicas, no podía comer ni beber con normalidad y necesitaba alimentación por sonda. Pero entonces se cayó de un árbol. Y por una relación causa-efecto que desafía toda explicación, Annabel se curó.

Preocupada porque Annabel continuaba deteriorándose y temerosa de que pudiera morir, Christy Beam se negaba a aceptar los diagnósticos que recibía en los centros médicos cercanos a su hogar en Texas. Los médicos locales sugerían de todo, desde alergias a intolerancia a la lactosa; pero Christy estaba segura de que el problema de su hija era algo más serio.

Finalmente, la familia Beam se puso en manos de un gastroenterólogo pediátrico, el doctor Samuel Nurko, reputado en todo el país, cuya investigación en el pediátrico Boston Children’s Hospital se centraba en trastornos de motilidad gastrointestinal. En vista de que Christy no conseguía obtener una cita a pesar de meses de llamadas telefónicas y de cartas, decidió arriesgarse y tomó un avión hacia Boston con Annabel para presentar personalmente su caso al médico.

La persistencia cobró sus frutos y el doctor Nurko pudo diagnosticar con precisión la condición de Annabel. La niña sufría, no de uno, sino de dos dolorosos trastornos digestivos, incurables y potencialmente mortales: pseudo-obstrucción intestinal crónica, una rara condición que emula los síntomas de una obstrucción intestinal; y trastorno de hipomotilidad antral, por la que unas débiles contracciones en la parte estomacal del antro causan un retraso de la evacuación gástrica.

El doctor Nurko consiguió inscribir a Annabel en un prometedor estudio; pero debido a que se le estaban prescribiendo fármacos experimentales con efectos secundarios potencialmente importantes, el doctor Nurko necesitaría ver a la pequeña cada seis semanas. A pesar del esfuerzo financiero que tuvo que hacer la familia Beam, madre e hija se convirtieron en frecuentes usuarias del avión, lo que permitió al doctor Nurko mantener una cuidada observación de la condición de su joven paciente.

Un accidente… y un milagro
Cuando Annabel tenía ocho años, de vuelta en casa después de otra hospitalización, se encontraba jugando en el jardín de la casa familiar en Texas. Animada por su hermana mayo, subió al enorme álamo que hay en el patio. Sin previo aviso, la rama en la que se había encaramado crujió y calló. Annabel no tuvo tiempo de asirse; se precipitó diez metros por la oquedad interior del álamo y aterrizó de cabeza en la profundidad del árbol hueco, encajada en la base del nudoso tronco. Estuvo inconsciente y atrapada durante cinco horas y media hasta que el equipo de rescate consiguió por fin sujetarla con un arnés y subir su cuerpo hasta ponerla a salvo.

De forma inexplicable, cuando Annabel se despertó en el hospital, ya no sentía más dolor. Su abdomen hinchado había vuelto a su tamaño normal y era capaz de ir al baño también con normalidad. Por primera vez, después de meses de alimentación por incómodas sondas, podía comer la comida habitual. Los médicos empezaron a retirarle sus medicaciones y, llegado el momento, se le dio el alta de su gastroenterólogo pediátrico. “Jesús debió estar con esa pequeña dentro del árbol”, dijo el médico, “¡porque está completamente sana!”.

En los días que siguieron a su inesperada recuperación, Annabel compartió con sus padres lo que había sucedido durante las horas atrapada en las profundidades del álamo. “Mamá, fui al cielo mientras estuve en ese árbol”, dijo la niña. “Me senté en el regazo de Jesús. Me quería quedar allí, pero me dijo que no podía”.

Crees tu que Dios pueda hacer esto? Cual es tu opinion sobre esta historia?


9 comentarios:

  1. Esa historia me dejo helada :O que impresionante

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  2. Muy interesante! Que bonita publicación

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  3. Esta increíble me llamo mucho la atención tu blog!! Sigue así ��

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  4. Personalmente esta pelicula es genial y su mensaje es muy positivo

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  5. I went to watch it with my Girlfriend... It is an amazing history, I was crying but don't tell her.

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    1. Wow Wow!! Really! Did you do it?! I understand you, it happened me as well. Maybe she was realized of this (you know, sixth Woman's sense) but don´t sweat it, I´m sure it was lovely to her eyes! Thanks for comment :)

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  6. Muchas gracias chic@s por sus comentarios, que bueno saber que les agrado, agradezco grandemente sus visitas por favor continúen haciéndolo, porque seguiré posteando más, Atentos Please..!! Bendiciones :)

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